Por: Adriana Morante Alvarado
Se nos hace fácil hablar sobre alguien a quien jamás conocimos, alguien a quien jamás vamos a conocer de quien no sabemos cuáles son sus sueños gustos, disgustos, valores y defectos. Sin embargo en esta sociedad es muy fácil hablar de quien no conoces y nadie está excluido de esta actividad la vemos ser practicada desde nuestros padres, nuestras amistades y nosotros mismos en la mesa familiar es muy común el criticar, claro esa persona no está delante de ti. Y qué le dirías a esa persona si estuviese delante de ti, tendrías el valor de decir todas esas cosas en su cara Y si la persona a la que tienes que enfrentar tiene moretones sangra y te pide ayuda todavía tendrías el valor de reprocharle algo que ni tú sabes cómo paso?. A las mujeres se nos han enseñado a enfrentar la mala palabra, la mirada ajena, la mirada perversa de la otra persona dándoles espacio a creerse con el derecho de opinar sobre lo que hacemos y dejamos de hacer. Y a todo esto nos dijeron que era una manera de cuidarnos pero jamás les dijeron a ellos de que no nos agredan, no le enseñaron a mí agresor a que sí decía que no era porque no quería, alentaron a que sus instintos animales eran más fuerte que su coeficiente intelectual, nunca me enseñaron de que si me obligaban a hacer algo es abuso. Así que nunca lo supe hasta que fue muy tarde.
Yo realmente me pregunto porque tenemos que resignarnos con la opinión de la sociedad por no dar la contraria nuestro círculo entorno, no decimos lo que realmente pensamos, tenemos que entender desde un punto crucial de qué estamos en un estado de emergencia y no sanitaria estamos en un estado de emergencia muy diferente, por qué nos están matando, nos están violentando, nos están quemando la cara y nadie va a salir a defendernos.
Tenemos que dejar la idea de querer que alguien nos defienda las únicas capaces de defendernos somos nosotras pero no somos nosotras como individual, somos nosotras como colectivo y si bien no todas pensamos igual tenemos una obligación innata con nuestro sexo. La de asegurarnos la estabilidad, la seguridad, los derechos y las oportunidades para todas sin importar en lo que crean y en lo que representen.
Necesitamos vernos como hermanas y no como enemigas.