Nos dijeron al inicio de la pandemia que nadie se quedaría sin trabajo y que en dos semanas el gobierno tendría un millón de pruebas moleculares, pero empezó la suspensión perfecta y resulta que todas las pruebas ya habían sido compradas…y el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Nos dijeron que los peruanos en situación de pobreza tendrían bonos y más bonos y canastas de víveres, que las empresas recibirían incentivos de Reactiva Perú, pero los bonos nunca llegaron, a las canastas se las comió la corrupción de los gobiernos locales y Reactiva Perú fue el negocio de las grandes empresas…y el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Nos dijeron que se instalarían hospitales temporales y que en un año tendríamos 5,000 camas UCI y que la cuarentena servía para ganar tiempo, pero los hospitales temporales eran carpas que se inundaban luego de ser inauguradas pomposamente, y a la fecha no llegamos ni a las 2,000 camas UCI y así las hubiera tampoco tenemos personal…y el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Nos ofrecieron millones de vacunas el 2020, se formó hasta el Comando Vacuna, pero luego nos enteramos que no teníamos y no tenemos a la fecha ninguna vacuna, mientras Chile ya empezó a vacunar masivamente, nos dijeron que llegaban a fines de enero, luego el 9 de febrero, luego que se embarcarán el 13 de febrero, mientras tanto…el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Y se murieron casi 100,000 peruanos, millones se quedaron sin trabajo, otros son retenidos por cuatro horas, los independientes están quebrados, los ambulantes perseguidos, los médicos hacen huelga porque nos le pagan y se están muriendo, los deportistas no pueden entrenar, los restaurantes a bordo del colapso, los niños sin tablets, a los aportantes de la ONP no se les devolverá su dinero, el turismo es un lejano recuerdo y tras 10 meses seguimos sin oxígeno y sin personal de salud, mientras tanto…el cadáver ¡ay! siguió muriendo.