Siempre ha existido entre las personas miedo a diferentes cosas y sobre todo a experiencias nuevas, es así que, por la nueva convivencia social y sobre todo en temas que ayuden a mejorar nuestra comunicación, recurrimos al uso de cámaras (con la tecnología que implica), con ello también tuvimos que hacer frente a nuestra fobia ante estos aparatos, conocida como escopofobia, pues desde que se vienen llevando a cabo las reuniones o audiencias virtuales, es inevitable que las podamos evadir, más cuando nuestra presencia es necesaria o responda a un mandato emitido por alguna autoridad, ahí si es de obligatorio cumplimiento. Llegado el momento procedo a explicar al o los participantes cómo será la dinámica y que se debe hacer frente a cámara, procuramos ponernos cómodos, comienza el encuadre y con ello se desencadena su ansiedad, sudor en la frente y a veces manos, su deseo de evitar este mal rato es evidente, sin embargo, debemos continuar. Minutos antes de su intervención manifiestan cosas como: “y si mejor sin cámara” “no me quiero ver en el reflejo” “que nervios” “así no puedo, no me concentro” “debo mirar todo el rato esa cosa” apuntando de reojo hacia la cámara; son muchos los comentarios que se da antes y durante ese “momento virtual”, la situación se agrava cuando quien dirige la reunión o la audiencia pretende que esta se realice con normalidad, la dirigen con la mayor formalidad del caso pretendiendo de su interlocutor el mismo comportamiento, lo cual quizá no esté mal, sin embargo, vendría bien un poco de empatía y sobre todo conocer que existimos personas con esta fobia, palabras en tono imperativo tales como: “señor hable bien”, “no mire a otro lado mire a la cámara” “parece que está mintiendo (porque se quedó callado) entre otras”, no ayudan, hay quienes se quedan en silencio por los nervios, quienes desvían la mirada para procurar tranquilizarse y no porque necesariamente tengan que mentir o pretendiendo leer algo en un interrogatorio. Para la gran mayoría desde nuestros lugares o puestos de labor no ha sido sencillo adecuarnos a la tecnología y si bien es cierto debemos ir innovando, también es cierto que debemos ir mejorando como personas, mejorar nuestro trato, pues coincidentemente todas las personas con quien comparto esta fobia, al término de sus intervenciones expresaron su preocupación por saber si lo habían hecho bien y sobre todo si fueron respetuosos con la persona que se encontraba del otro lado, ellos si fueron empáticos y considerados pese a su temor.