Por: Banesa Farfán Saravia
Al prender la televisión, la radio o al entrar a nuestras redes sociales solo vemos a las víctimas de violencia como estadísticas y números, cuántas personas nos hemos preguntado ¿Qué pasa con las victimas que sufren violencia?, después de ver a un agresor sentenciado ¿Qué sigue? o ¿Qué pasa con las mujeres que nunca se atrevieron a denunciar?
A nivel mundial 1 de cada 3 mujeres sufrió algún tipo de violencia, es decir alguna amiga, prima, sobrina, hija o madre que conocemos es o fue víctima de esta pandemia mundial, cada persona responderá de distinta forma a las anteriores preguntas, desde su propia experiencia, pero cuantas personas podremos dar alguna respuesta de lo ¿Qué hicimos para prevenir la violencia contra una mujer o una niña?
Ñañaykuna es una organización juvenil que brinda herramientas educativas para mujeres y jóvenes sobrevivientes de violencia en la región del Cusco, durante estos últimos 3 años ha sido una familia que ha recorrido provincias y zonas periurbanas para llevar información sobre la prevención de la violencia, educación sexual integral, planificación familiar, prevención de la trata de personas, autocuidado y técnicas de apoyo en salud mental.
Pero esto no hubiera sido posible sin en el apoyo de los y las 100 voluntarias que han pasado por Ñañaykuna, actualmente son 30 voluntarias/os que la conforman, estas entregan día a día horas donde se capacitan y donan su tiempo para llevar una luz de esperanza, recibiendo como recompensa, el poder escuchar a una niña contarte su historia de sobrevivencia después de haber dado un taller en su colegio, apoyar a mujeres a denunciar o más jóvenes difundiendo en su casa o entre sus amigos lo que en un taller, audio o sesión aprendió.
A pocos días de cerrar un año pandémico, es importante entender que estás haciendo tú para prevenir la violencia, tal vez no tengas tiempo para estar en una organización, pero tienes la posibilidad de apoyar a voluntarias y voluntarios que son agentes de cambio para que más niñas y mujeres ya no tengan que vivir un día más en las garras de la violencia, un estado fuerte lo hacemos organizados apoyándonos unos a otros y como dicen en esta hermosa familia en Ñañaykuna “Nada nos detiene” y dime a ti ¿Qué te detiene poder ayudar a una niña o una mujer?.
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