A partir de este mes prácticamente el estado de emergencia a causa del Covid-19 se ha levantado, a pesar de que el gobierno en el papel lo ha prorrogado una vez más, hasta fines de año.
Para empezar, el toque de queda rige solamente cuatro horas, de doce de la noche a cuatro de la madrugada y esto permite a los restaurantes poder operar con normalidad y son solamente los bares quienes siguen cerrados.
Por otra parte, las prohibiciones a los niños que habían empezado a levantarse con el único Decreto Supremo promulgado por Manuel Merino, también se han levantado, de manera que los niños menores de 12 años pueden desplazarse acompañados de sus padres a centros comerciales, supermercados, tiendas, mercados y pueden acceder a museos, sitios arqueológicos y cualquier espacio público antes restringido para ellos.
Sumado a esto tenemos que el Ministerio de Cultura ha ampliado a 1116 personas el aforo de Machupicchu para recibir visitantes y el Ministerio de Transportes ha autorizado que los trenes – entiéndase Perú Rail- operen al 100% de su capacidad, de esta manera se deben poner fin a los conflictos entre esta empresa y las poblaciones que se encontraban en su trayecto, pues Perú Rail acaba de anunciar que con esta medida del MTC, los turistas nacionales podrán acceder nuevamente al tren local.
En este escenario, lo que queda pendiente de preguntarnos es hasta qué punto la afluencia de turistas locales y nacionales permitirá que la actividad turística en nuestra región pueda llegar a su punto de equilibrio, lamentablemente la falta de estudios no nos permite saber cuál es la cantidad mínima de turistas que Cusco requiere.
Mientras tanto a diario Perú reporta un promedio de 2,000 nuevos infectados por Covid-19 y 40 decesos. Solo queda cuidarnos, porque el virus sigue presente y como se dijo desde un inicio, debemos convivir con él.