Estamos entrando en una etapa bastante crítica en nuestro país, en nuestra región; otra vez la pandemia de la COVID 19 está haciendo estragos en la salud de la ciudadanía. Otra vez nuestro alicaído sistema de salud tiene que atender a las personas que se han infectado.
En está esta etapa el contagio se está dando de manera exponencial, es decir que se están llegando al mismo número de contagiados en el pico más alto del año 2020, en menos tiempo. Y otra vez, las instituciones estatales no han considerado planes de contingencia que puedan contener el avance de la pandemia.
Las camas UCI para atender a los pacientes críticos no se ha incrementado en la cantidad necesaria, no se han instalado plantas de producción de oxigeno medicinal; y lo más importante no se logró gestionar de manera oportuna la adquisición de las vacunas. Sobre todo, considerando que todos los países sin excepción están demandando la vacuna, lo que está haciendo que los productores de las vacunas prioricen su dotación según el orden en el que se firmaron los acuerdos.
Ahora, también se debe tomar en cuenta; cual va a ser el efecto de las nuevas restricciones que se van a implementar por parte del Estado a partir de ahora. Considerando nuevamente la cuarentena total como medida de contención, pero luego de todas excepciones que se han dado luego del anuncio inicial al parecer los mas afectados van a ser las personas que realizan actividades económicas bastante sensibles: los ambulantes y los restaurantes.
Esperemos entonces que las nuevas restricciones que se decretaron por parte del gobierno puedan servir para poder hacerle frente a la pandemia en este nuevo momento, que es distinto a marzo de 2020, sin descuidar la gestión de la adquisición de las vacunas poniendo énfasis en las ventajas que generaría si se inoculan; la implementación de la entrega oportuna de apoyo a las familias vulnerables.
Nuestra tarea como ciudadanos, está en no descuidarnos de las principales medidas de prevención: lavado de manos y uso de mascarilla de manera correcta.