Economista, decano regional del Colegio de Economistas de Cusco y docente principal de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional de San Antonio Abad de Cusco.
¿Cuál es el panorama del Perú en términos económicos?
Creo que todos coincidimos en que la pandemia ha llegado en una situación delicada, no solo con la identificación de este conjunto de brechas en salud, educación, vivienda y saneamiento, sino también, creo que los momentos difíciles que vamos a vivir, son fundamentalmente a partir de la pospandemia. Se viene un año 2021 muy difícil, si nosotros lo asociamos con el presupuesto, que de acuerdo al marco macroeconómico multianual, para el año 2021 se está previendo que el crecimiento de la economía debería ser de un 10%, francamente veo muy difícil que podamos tener una tasa de crecimiento del 10% para que se cumpla, sobre todo las proyecciones en materia económica. También creo que se nos vienen los momentos más difíciles en materias que tienen que ver con los economistas, se trata del mercado y el factor trabajo, creo que en este momento y a futuro, uno de los mayores problemas que va a poner en vilo a los economistas, es cómo resolvemos el problema de la falta de empleo, ya la desocupación solamente en la ciudad del Cusco, de acuerdo al INEI, son 200 mil puestos de trabajo que se perdieron de marzo a noviembre de este año; por tanto, creo que se nos avecina momentos difíciles.
¿Qué alternativas y qué visión crítica tiene sobre el sector agrícola, que en esta pandemia han sido la despensa de todos los cusqueños?
A nivel nacional lo que se ha generado a raíz de la pandemia, son alrededor de 4 millones de personas que han perdió su centro de trabajo, por tanto la política laboral seguirá siendo un dolor de cabeza para los gobernantes, porque hay que generar, reactivar y dinamizar este sector laboral. Si la población económicamente no labora, no tendrá ingresos, sino hay ingresos, no se podrá tener fácilmente la posibilidad de llenar la canasta familiar. Con respecto al escenario regional, en efecto, creo que hay una mirada un poco inadecuada respecto a la priorización de los sectores económicos. Creo que la actividad turística, como dicen los líderes de opinión sobre este punto, escuché a un personaje asociado al CANATUR, quien es una autoridad en materia turística, ha señalado claramente que el sector turismo irá demorando mucho más para poder reactivar y arrancar, por lo menos se dará un tiempo de cuatro años, comparto esta idea con este personaje. Sucede que no hemos terminado de combatir con la pandemia, ella siempre está a la vuelta de la esquina, entonces la mejor forma de reactivar ahora, resulta una situación en la cual primero hay que combatirla para poder reactivar la economía, está muy claro. El sector agropecuario en el departamento del Cusco, que absorbe la mayor cantidad d emano de obra, este es uno de los sectores más cruciales, demanda casi el 50% de la mano de obra de la región Cusco. Claro, contribuye muy poco en el Producto Bruto Interno, pero esa es la dinámica del sector. Debemos resaltar también, revisando las estadísticas de marzo a noviembre, el sector agropecuario ha tenido una mejor performance en cuanto a su crecimiento o por lo menos ha bajado más que otros sectores en el crecimiento del PBI. Ocurre lo contrario con el sector turismo, puesto que demanda menos mano de obra y genera menos valor bruto de la producción.
Un gran reto de los gobernantes es generar, reactivar y dinamizar el sector laboral, pues se han perdido muchos puestos de trabajo.
¿Qué papel debería tomar el Gobierno Regional en este proceso recesivo de la economía?
De acuerdo a los estudios que hizo el IPE, resulta que desde el año 2004 hasta el 2018, tuvimos dos años en los que el departamento del Cusco, registro el crecimiento de la tasa más alta del Perú, por ejemplo el año 2008 y 2014 llegó a crecer la economía al 16%, por encima de todos los departamentos, se decía que éramos campeones a nivel mundial. En realidad, le dieron el soporte con las exportaciones de productos tradicionales, por ejemplo en el sector minero estaban el cobre, zinc, plata y oro. También el sector construcción ha crecido muy dinámicamente, en todo caso, está muy claro que en los últimos años el crecimiento de nuestra economía en Cusco, ha descendido fuertemente; por eso es importante que los economistas tengamos que hacer un debate para definir el rumbo del desarrollo económico de la región Cusco, siempre apostando por una dinámica y privilegiando por igual a todos los sectores, sobre todo a aquellos que demanden mayor mano de obra y permitan generar valor agregado. Sigo sosteniendo que la inversión pública que viene fundamentalmente de los Gobiernos Locales y Regional, deberían ir apuntando a reactivar la economía a través de proyectos productivos, sin privilegiar el gasto por la inclusión de proyectos de fierro y cemento, sino básicamente empezar a priorizar proyectos que necesiten de mucha mano de obra.
La reactivación económica debe venir a través de proyectos productivos sin privilegiar el gasto en fierro y cemento.
En estos dos años de actividad, ¿qué logros y qué resultados se ha desarrollado a partir del trabajo en conjunto con el Colegio de Economistas?
Nuestra gestión se caracteriza por ser participativa, tuvimos la oportunidad de convocar a, por lo menos, diez asambleas generales; por otro lado, fuimos alentando siempre la capacitación de colegas, llevamos adelante aproximadamente diez procesos de capacitación, pero también organizamos eventos académicos. En el año 2019, llevamos adelante dos eventos importantes, uno de ellos tiene que ver con las propuestas de política de desarrollo para la región Cusco, con la participación de autoridades del Gobierno Regional, también tuvimos otro, en el que participaron expositores de nivel nacional, en el cual se tocaron temas políticos de desarrollo local. Hemos tenido en nuestro Plan Operativo Institucional para el 2020, un conjunto de actividades asociadas con la organización del Vigésimo sexto Congreso Nacional de Economistas, que a raíz de nuestra participación en el Vigésimo quinto Congreso Nacional de Economistas realizado en Ancash, lo trajimos a Cusco, pero lamentablemente a partir de la pandemia, tuvimos que suspender las actividades que nos estaban reclamando nuestros colegas. Ahora implementamos un conjunto de políticas vinculadas con lo social, siempre estuvimos cerca de los colegas, lamentamos el fallecimiento de varios colegas, como Rubén Darío Vargas Castillo, hago llegar mi sentido pésame a su familia, el día de ayer nos abandonó. Del mismo modo, adquirimos balones de oxígeno, hemos distribuido oxímetros, hemos apoyado económicamente a nuestros colegas que fueron afectados por el coronavirus y hemos aplicado el descuento de cuatro meses a todos los colegas en su habilidad, en fin, creo que a ellos les consta que siempre hemos estado muy próximos a la necesidad y a la atención que requieren.
Nuestra gestión al frente del Colegio de Economistas ha sido participativa, hemos tenido al menos diez asambleas generales.
¿Cómo va el avance con la promesa del local propio del Colegio de Economistas?
Nosotros somos uno de los grupos de economistas que en este momento estamos en la junta directiva, cuanto hubiéramos querido hacer realidad esto, el local propio es una aspiración desde hace 56 años, desde creación del Colegio de Economistas, hubiéramos querido contribuir, pero lamentablemente no se ha podido concretar, por algo muy simple; nuestro colegio no ha tenido la posibilidad, hicimos todas las gestiones posibles para lograr la vigencia de poder adquirir un patrimonio, sea un departamento, un inmueble construido o un terreno. Aspiramos a que este sueño se haga realidad por parte de quienes vengan en las próximas en elecciones, nosotros somos amantes de la alternancia y como consecuencia de ello se ha llevado adelante un proceso eleccionario para elegir al comité electoral, esperamos que la junta directiva que venga en adelante con su nuevo decano, tengan las facilidades ante la SUNAT para poder sacar la vigencia de poder y hacer realidad este sueño del local propio.