En medio de la peor crisis sanitaria y económica de nuestra historia, el Perú se alista para dar inicio a nueva campaña electoral en la cual elegiremos al nuevo presidente y el nuevo Congreso que gobernará entre el 2021 al 2026.
En los últimos días se han dado inicio a las movidas electorales, afiliaciones sorpresivas y con ellos vendrán las nuevas promesas que ofrecerán trabajo, honestidad y sacrificio para este país.
El panorama no es nada alentador, las primeras encuestas que además dejan muchas dudas ponen primero a George Forsyth, alcalde La Victoria, quien gracias a su despliegue mediático ha logrado posicionarse como un personaje presidenciable, sin embargo, en lo que se refiere a alternativas viables para el país, hay poco que analizar. Por otra parte la derecha también ha lanzado al ruedo a Hernando de Soto y Roque Benavides quienes seguramente ofrecerán el milagro de la reactivación económica para el país, en ese contexto la posibilidad de una derecha unida no es una utopía, sobre todo ahora que el modelo económico neo liberal se viene abajo.
Por su parte un golpeado Julio Guzmán se refuerza con figuras progresistas como Suzel Paredes, mientras que la izquierda sigue divagando en sus propios errores y su incapacidad de generar una candidatura única que le ofrezca un proyecto sólido para el país.
Ante este escenario, opciones políticas reales como el Frepap, Unión por el Perú o Podemos con presencia en el Congreso y un caudal electoral real y existente logrado en enero de este año, no deben ser ignorados. A todo esto se suma la cuestionada incorporación de Daniel Salaverry a Somos Perú y el anuncio de Keiko Fujimori de hacer vida política plena.
En la peor crisis de nuestra historia, nuestro frágil sistema político y falta de partidos y organizaciones sólidas parece ser un nuevo elemento que en vez de soluciones nos puede traer más problemas.