Como estaba previsto el día de ayer el Congreso de la República aprobó por insistencia el proyecto de ley que permite a los usuarios de las AFP sin distinción alguna realizar un retiro de hasta 4 UIT de sus cuentas individuales de capitalización.
Hace una semana el ejecutivo había devuelto al Congreso dicha norma con una serie de observaciones, parte de las cuales fueron tomadas por la Comisión de Economía, sin embargo, el ministro de Economía Waldo Mendoza hace tres días y sin conocer como se aprobaría la norma amenazó con recurrir al Tribunal Constitucional para presentar una demanda contra dicha ley a la cual llamó irresponsable y que desnaturaliza el sistema de pensiones.
Lo que no parece entender el ministro Mendoza es que miles de peruanos se encuentran sin ingresos, entre otros motivos, por la aplicación de la suspensión perfecta y el quiebre de miles de empresas y emprendimientos y que un tratamiento contra el Covid-19 cuesta miles de soles.
Mientras países como Chile han dado luz verde a estos retiros, en el Perú la ortodoxia económica nos está llevando al borde del abismo, pues en medio de la crisis al gobierno le parece más importante defender la estabilidad de un sistema de pensiones completamente cuestionado y cuya reforma se viene pidiendo a gritos hace mucho tiempo.
Una vez más, el gobierno se pone a defender los intereses de los grandes capitales tal como lo hizo con Reactiva Perú y ahora en lugar de tener una luz de esperanza, miles de peruanos estarán pendientes de la demanda al T.C. tal como sucedió con el frustrado retiro de la ONP.
He aquí un modelo que la derecha intenta defender y he aquí una de las razones por las que crece el respaldo a Pedro Castillo, he aquí un sistema que siempre pone al final al desempleado y trata de blindar a los poderosos.