Vivimos tiempos difíciles. A finales del año 2019, a pesar que la economía peruana no superaba el 2% de crecimiento (por debajo del año 2018), muchos académicos y economistas no se atrevían a hacer mención que vivíamos el probable inicio de una recesión económica, trataban de usar términos eufemísticos, como enlentecimiento económico, cuando estábamos en caída libre. El Perú, a pesar que los últimos años tuvo un gran crecimiento económico frente a países vecinos, el 2019 daba señales de debilitamiento. Vivíamos una mentira envuelta en tecnicismos falsos.
Ahora, los defensores del modelo aluden que vamos a mejorar, y que estos problemas son generados por una pandemia que nos llevó a una de las peores retracciones económicas de nuestra historia (el PBI se desplomó en -30.2%). Somos la economía más golpeada de América Latina y la cuarta a nivel mundial. ¿Qué se hizo mal para llegar a esto? Echar la culpa al Covid-19 es una de las salidas prácticas y cínicas para no reconocer los problemas estructurales que vive el país, esa es nuestra gran condena.

El Covid-19 no nos condujo a esta crisis, solo fue un catalizador para agudizar las contradicciones. Antes de la pandemia el trabajo informal en el país era de 72%, además de un elevado índice de pobreza, un sistema de salud frágil, un sistema laboral precarizado, un sistema tributario débil para las grandes inversiones, una agricultura olvidada, etc.
Los expertos mencionan que el país demorará en recuperarse entre 2 a 3 años para llegar a los niveles anteriores, o sea un crecimiento no mayor del 2% del PBI anual. El escenario no es alentador, es gris para millones de peruanos con un gobierno que está a espaldas de la ciudadanía, y que ahora en medio de una crisis sanitaria se viene un proceso electoral donde el populismo será el gran protagonista. Las aguas se dividirán entre aquellos que siguen defendiendo el modelo, y las voces que plantearán un país que apuesta por el bienestar social por encima de las inversiones sin rostro humano. Para cualquier bando, pilotear el país será una tarea muy difícil.