Todas las capitales de provincia del sur peruano excepto Madre de Dios y Cusco se encuentran en cuarentena focalizada, es decir, Puno, Arequipa, Tacna, Apurímac y Moquegua; en nuestra región Canchis y La Convención han ingresado a cuarentena.
Es muy complicado entender las razones por las que la provincia de Cusco no está en esta situación si nos ponemos a pensar desde el lado de los indicadores sanitarios, pero si nos ponemos a pensar en los indicadores económicos, si Cusco entra a una cuarentena eso significaría una grave caída en el sector turismo.
En la visita de la ministra de Turismo la semana pasada en cuyas reuniones con el gobernador regional y con el presidente de la Cámara de Comercio se evidenció que Cusco rechaza por completo la posibilidad de una cuarentena focalizada por parte del gobierno .
Jean Paul Benavente pidió que Cusco sea considerado en las regiones de bajo riesgo, Edy Cuellar fue claro al expresar que estas medidas atentan contra el sector turismo, mientas que el alcalde de Machu Picchu amenaza con declararse en huelga de hambre.
Pero a pesar de no estar en cuarentena, basta con darse una vuelta por el centro de la ciudad y nos encontraremos con una plaza de Armas desolada, con la mayoría de los negocios cerrados y los que están abiertos lucen vacíos.
Desde este lunes solo habrá transporte terrestre con las regiones de Madre de Dios y las localidades de Andahuaylas, los sitios arqueológicos continuarán cerrados y los vuelos procedentes de Lima que llegaron hasta 12 al día, hoy se han reducido a la mitad, entonces, a pesar de estar resistiendo a la cuarentena, nuestra economía colapsa poco a poco, mientras que desde el Gobierno Regional se dice que la pandemia en la ciudad aun está controlada y que no hay escasez de oxígeno. Esperemos que así sea, las cosas están muy pero muy difíciles .