El inciso 2 del art. 113 de la Constitución Política del Perú regula la vacancia por “incapacidad moral permanente” -hoy conocida por todos- y cuya aplicación nos ha llevado a un largo proceso, que tuvo como precio la vida de dos jóvenes.
¿Quién interpreta la Constitución? todo órgano jurisdiccional y su máximo intérprete el Tribunal Constitucional, entonces ¿Si tengo dudas? Él las absuelve, es su labor, intérprete y defensor de la Constitución.
La ponencia que M. Ledesma puso a debate, cumplía lo requerido: UNA EXPLICACIÓN, INTERPRETACIÓN, DE COMO ENTENDER ESTA CAUSAL, para evitar abusos posteriores en su uso, porque, como explicamos antes, el contenido político y subjetivo de ésta es abundante, y produce una inclinación injusta en la balanza de igualdad de poderes, además proponía una reforma en cuanto al número de votos -equilibrio- y para tranquilidad de muchos y en respeto de la Constitución no retrotraía efecto alguno, Vizcarra estaba fuera y ahí permanecería -nos guste o no- era a entender lo correcto.
Ayer, el TC ha publicado su sentencia por mayoría -4 miembros- que votaron en contra de la ponencia, y en una decisión decepcionante declaran IMPROCEDENTE la demanda competencial POR SUSTRACCIÓN DE LA MATERIA, sin interpretar la causal.
Expliquemos: se declara IMPROCEDENTE una demanda cuando el pedido carece de requisitos de fondo, y la SUSTRACCIÓN DE LA MATERIA cuando los hechos que motivaron la demanda han desaparecido -es decir lo que debía discutirse ya no existe: fondo-. Entonces desde un punto de vista procesal la resolución es correcta, ¿Por qué? porque la demanda fue presentada respecto al primer pedido de vacancia y hubo sustracción porque el Presidente salió airoso en ese momento: los hechos desaparecieron.
La decisión es correcta, sí, pero para un órgano intérprete de la Constitución es totalmente deplorable, su tarea es aclarar las dudas para defender su vigencia, es decir reafirmar que es el máximo documento normativo del Estado y a partir de su interpretación guiar el correcto accionar de tirios y troyanos, y de todos.
El no interpretar la causal, y dejarnos sumidos en la duda de no saber cuál es su alcance, resulta peligroso para el equilibrio constitucional, porque mantiene en favor del Parlamento -tirios- el negociado, las presiones y condicionamientos a su vecino el Ejecutivo -troyanos-, optó por el camino fácil sin medir las consecuencias.
Me atrevo a cerrar cantando “Usted abusó, sacó provecho de mí, abusó, sacó partido de mí abusó, de mi cariño usted abusó…”, pero hoy no habrá azúcar Celia.