Está más que demostrado que en este gobierno la celeridad y la capacidad de tomar decisiones de manera rápida y efectiva es su talón de Aquiles, basta con ver el ritmo de vacunación a los adultos mayore so los avances en las negociaciones con las empresas farmacéuticas o el tiempo que el gobierno se toma para establecer medidas eficaces en la lucha contra el Covid-19, pareciera que el tiempo es lo que le sobra al gobierno.
El mejor ejemplo de esta inoperancia la podemos ver con el tiempo que el gobierno se toma para promulgar u observar las leyes que están relacionadas con la devolución de los aportes tanto de las CTS como de las AFP.
De acuerdo a nuestra normatividad, una vez aprobada una ley en el Congreso, este lo remite al ejecutivo, el cual dispone de 15 días para decidir si promulga la ley o la observa, de ser así esta es devuelta al Congreso para su revisión o para que se apruebe por insistencia.
El día miércoles y estando al límite de tiempo, el gobierno decidió no observar la ley de retiro del 100% de las CTS, pero no se pronunció respecto a la ley de retiro de las AFP, y por lo visto se esperará hasta el lunes 26, una vez más la fecha límite.
Es inconcebible que el gobierno no actúe con celeridad, que no se capaz de tomar una decisión en el menor tiempo posible, sabiendo que miles de peruanos necesitan saber si podrán disponer o no de estos dineros, los cuales una vez que es promulgada la ley todavía deben esperar quince días más para que la SBS indique el procedimiento, por lo que en el mejor de los casos, los primeros depósitos se darían en 45 días aproximadamente.
El gobierno ya sabe que decisión tomará, pero parece que jugará con las expectativas de la gente, así como juega con su salud, con su educación. Francisco Sagasti, Violeta Bermúdez y todo su gabinete no tienen la capacidad que el país necesita en medio de la grave crisis que atravesamos.