Por: Nestor Avendaño U.
La pregunta que nos hacemos muchas personas, al escuchar diariamente temas vinculados a la corrupción, incapacidad, desidia y demás figuras que retrasan el desarrollo del estado en especial del Cusco. Entonces ¿por qué no nos quejamos? Creo que uno de los motivos y quizás, el principal, es el miedo… Si, el miedo. Y es que, cuantas veces hemos escuchado decir: ”¿y si despues decide vengarse?”, ”¿y si no lo tramita?”,”¿y si lo retrasa más?” Pues eso es miedo, y si no lo vencemos seguiremos conviviendo con la ineficacia del Estado y el estancamiento en el que estamos.
No cabe duda de que parte de ese miedo tiene asidero por cuanto muchas veces si sucede aquello a lo que tanto temor tenemos; cuantas veces nos hemos topado con caras largas, retrasos injustificados, observaciones absurdas y jaladas de los cabellos, que no tienen otro origen que el haber hecho respetar nuestro derecho a exigir que las cosas se hagan bien y dentro de los parámetros de la Ley, a ello tendriamos que agregar la ineficacia de los organos de control y las sanciones impuestas, que muchas veces son tibias, no se dan o se tardan tanto que resultan inutiles cuando son aplicadas.
Otro de los motivos que podemos identificar, es el simple hecho de ser “buenas personas” en el sentido mas absurdo que nos podamos imaginar, explicado de mejor forma ocurre cuando creemos que nuestra queja no hara más que perjudicar a ese funcionario publico corrupto o incompetente. Este concepto es totalmente errado, pues siendo este un derecho de todos los administrados no pesaría más al poner en una balanza el daño que debemos elegir: el daño que nos ocasiona la corrupción, ineptitud o inutilidad a nosotros y a nuestros interes o el supuesto daño que representa pedir a una persona que haga bien su trabajo y que si no puede o no lo hace bien, simplemente se le llame la atención o se le retire de una labor que le es dificil o imposible, ¿eso es dañar a una persona? Dejo la pregunta abierta.
Creo que otro motivo del porque son tan pocas las quejas es simplemente, porque no sabemos que son o porque no se publicita correctamente la forma en la cual una persona puede hacer valer sus derechos, y eso es una clara deficiencia del estado – se deberia gastar los mismos recursos en hacer conocer a la gente como quejarse, y asi, mejorar el servicio público tan venido a menos – pues no encontramos en ninguna institucion publica una ventanilla de atención de quejas o alguien que nos oriente a hacerlo
Es tiempo de que esto cambie, QUEJESE SIN MIEDO, QUEJESE CARA…CHO.