Mientras el número de contagios y muertes a causa del Covid-19 no presenta descenso y Perú atraviesa el peor momento de la pandemia, el Ministerio de Educación no ha tenido mejor idea que proponer el retorno a la semipresencialidad en las zonas rurales y de baja conectividad.
Es cierto que los niños han sido las más perjudicados al no poder recibir sus clases de manera presencial habiendo afectado sus posibilidades de adquirir las competencias educativas que requieren, y justamente por este motivo es que el gobierno debió priorizar la vacunación a los maestros de las zonas que podrían reiniciar clases, pues con la llegada de las nuevas cepas del virus, sobre todo la brasileña cuya presencia de acuerdo al Ministerio de Salud se encuentra en todas las regiones del país.
En medio de un sistema de salud que nunca ha sido capaz de hacerle mínimamente frente a la pandemia, las zonas rurales han sido capaces de evitar grandes cifras de contagios y muertes, pero con el retorno a clases semi presenciales, no se hace más que exponerlas al virus debido a que los maestros seguramente viajarán y retornarán a sus lugares de origen y el tener niños concentrados de todas maneras generará contagios por más que hable de mantener los protocolos.
Si al gobierno tanto le preocupan los niños debió prever por lo menos vacunas para los maestros y no aventurarse a una de sus nuevas erradas decisiones que solo nos demuestra que quienes nos gobiernan viven a espaldas de la realidad del resto de los peruanos. Por suerte, al menos desde la Gerencia Regional de Educación y el Gobierno Regional de Cusco se ha emitido un pronunciamiento en el cual por ahora esta modalidad y arriesgada decisión no se aplicará en Cusco, esperemos que al menos hasta que los maestros estén vacunados, pero como van las cosas parece que eso sucederá en mucho tiempo y los niños seguirán siendo los más perjudicados.