El día de ayer en medio de la mesa técnica ferroviaria los representantes de las empresas PerúRail e InkaRail manifestaron su “triste” y “dura” realidad. Nos contaron una dolorosa historia de pérdidas, de falta de utilidades, de sacrificios y de una labor social que debería hacerlos dignos de recibir algún premio por la labor filantrópica que realizan y por encontrares al borde del colapso por lo reducidas de sus tarifas y por lo insostenible que resulta para ellos transportar a los visitantes hasta la maravilla del mundo de Machupicchu.
Aunque parezca mentira, lo que les acabamos de contar no es humor negro ni sátira, es un resumen de lo que manifestaron los representantes de ambas empresas ferroviarias, quienes dijeron que es tan mala y poco rentable operar una empresa de trenes que por eso solamente existen dos de estas operando.
De manera altanera y hasta soberbia intentaron contarnos una historia que todos sabemos es falsa, pues no hay forma de que intenten contarnos que tienen que pagar impuesto a la renta, que muchas veces sus coches retornan vacíos, que realizan una gran labor humanitaria brindando los servicios de tren local y que sus costos por traslado de mercadería son casi irrisorios; como lo dijimos, al parecer estas empresas requieren de nuestro auxilio y apoyo.
Por eso, creemos que una propuesta sensata que deje de lado las mesas técnicas que intentan solucionar la crisis de este sector, sería que todos los peruanos, pero sobre todos los cusqueños iniciemos una colecta para que tanto PerúRail e Inka Rail mejoren su situación y además les pidamos perdón por las protestas y les agradezcamos por todo lo que hacen.
Realmente es increíble como este monopolio de Fretransa siga operando con la complicidad de un Estado siempre del lado de los grandes capitales y que cree que somos convidados de piedra en nuestra propia tierra.n