Comenzar algo nuevo, es siempre un reto, nadie está preparado para lo que puede venir, no tenemos el poder de predecir, pero quizás la experiencia -que lo hizo al diablo más sabio- nos ayude a descifrar los caminos que se deben transitar rumbo a la felicidad que llamamos éxito.
Hoy 06 de enero, es mi comienzo de año nuevo en Ideario, y creo, aunque no por muy viejo, saber de que escribiré al menos los primeros meses, así que en esta columna va aquello que no quiero leer.
No quiero títulos que digan “siempre lo mismo”, y que volvimos a elegir a lo peor de la representación nacional, autoridades llenas de denuncias o inexpertos que van a hacer prácticas, creo que ya aprendimos, el currículum no lo hace una marcha, lo hacen los logros, la experiencia y el conocimiento.
No más títulos que resalten “diferencias”, que se terminen las peleas desiguales por la igualdad, y que más bien se empiece a crear y legislar sabiendo que somos un conjunto y no pequeños grupos, démonos cuenta que no estamos logrando avances sino retrocesos y esto porque todos queremos lo que nos gusta, pero de forma desordenada.
Ya no más columnas sobre corrupción, que este 2021 sea de honestidad -sonríes, miras y dices que ingenuo el autor-, yo corrijo y digo soñador pero con el propósito firme de que en algún momento los índices corruptos desciendan tanto que hablemos de cifras como el frío de esta sierra hermosa: “bajo cero”.
Menos títulos de farándula y más de cultura, hoy la juventud no lee, el libro ha pasado a ser el segundo plano de la televisión o el internet, ya no existe ese placer del olor a la hoja nueva, el subrayar y hacer apuntes, hasta el escribir con puño y letra ¿Hace cuanto no redactas una cartita a mano? Este debe ser el año de la “Generación del Bicentenario” ya lo dije no es solo un título o slogan, es más fuerte que un compromiso y hay que cumplirlo.
No es la queja del sobreviviente a una pandemia, solo el anhelo ciudadano de un país mejor, si cerré mi año pidiendo mejorar mi patria, empiezo el nuevo con el mismo y aún mayor deseo: un mejor Perú, para ti, para todos y para mí. 2021 no nos sorprendas, ahora la fiesta es nuestra, y el primer pase de bocaditos será en abril cuando saliendo de urnas después de votar para elegir al próximo administrador de casa y sus 130 amigos, convencido camines cantando a Charly “Pero los dinosaurios van a desaparecer” -el transito final a la felicidad- Feliz año nuevo César Francisco, hoy empiezo a cumplir mi promesa.