Durante estas últimas semanas hemos sido bombardeados por los mensajes del gobierno en los cuales se nos pide no salir a la calle si no es para lo estrictamente necesario, así como nos recuerda la actitud casi suicida de reunirnos con familiares o amigos y mucho más la prohibición de realizar reuniones sociales con amigos. También se nos ha dicho hasta el cansancio que están prohibidas las pichangas de fulbito en las vías públicas, parques y lozas deportivas, todo esto con el fin de evitar el crecimiento del Covid-19, pues a pesar de que el gobierno nos dice que las cifras están a la baja, a diario se reportan en promedio seis mil contagios.
Sin embargo, la ministra de Economía ha informado que la fase 4 de la reactivación económica debe iniciarse el 1 de octubre, estas declaraciones son completamente contradictorias pues la fase 4 contempla apertura de bares, gimnasios y algunos centros de esparcimiento. Es decir por un lado se prohíbe a las personas las reuniones sociales pero por el otro se piensa iniciar la apertura de bares así como ampliar el aforo de restaurantes, por un lado se criminalizan las pichangas de fulbito pero por el otro se piensa reabrir gimnasios.
Por lo visto la Ministra de Economía no está viendo lo que viene ocurriendo en Europa, sobre todo en España donde la apertura de bares, cantinas, restaurantes y centros de esparcimiento han generado un rebrote muy fuerte, incluso con cifras de contagio mayores a las registradas entre marzo y abril de este año.
Es claro que las presiones de las grandes empresas y la incapacidad del gobierno harán factible la fase 4 de la reactivación económica, una fase que además será la del repunte del Covid-19 en dos o tres semanas como lo ha advertido el médico Ciro Maguiña, pero como siempre el gobierno parece no tener la capacidad de tomar las decisiones más adecuadas priorizando la salud y generando alternativas viables para la economía.