Frente a estos últimos acontecimientos hubo un hecho que llamo mucho mi atención y era una pancarta que decía “quieres cambiar la constitución pero no quieres leerla”, cuánta verdad, no sabemos cuántos de los que participamos en las movilizaciones conocemos el contenido de nuestra Constitución. Todos en algún momento de nuestras vidas por determinadas circunstancias hemos llegado a tomar conocimiento de su contenido, mi primera experiencia fue en el colegio en el curso de Educación Cívica, posteriormente hubo un mayor estudio y análisis por la carrera profesional de Derecho. Estudiar y sobre todo revisar la Constitución, nos permite formar nuestras propias convicciones, defender y rebatir determinados aspectos con los cuales podemos o no estar de acuerdo, valga decir, tenemos el fundamento que en estos tiempos avalan nuestros enfoques políticos, así en definitiva tendremos seguridad para defender o cuestionar cualquier otra postura sin necesidad de agredir o imponer. Todo lo opuesto ocurre cuando no tenemos ni la más mínima intención de informarnos del tema o en este caso acerca del problema, contradictoriamente marcamos postura y lo que es peor aún pretendemos imponerla y sobre este aspecto en particular, estoy segura que nadie que tenga convicción por algo y esté avalada por su conocimiento, pretenderá imponerte nada, créanme, tendrá asuntos más importantes en los que preferirá ocuparse, antes de darle cuerda a quien no le interesa ni siquiera leer la Constitución, bien versa el dicho “el conocimiento es poder”, por eso frente a la actual situación y para hablar de una reforma constitucional es importante por lo menos haber revisado los doscientos seis Artículos, dieciséis Disposiciones Finales y Transitorias y Dos Disposiciones Transitorias Especiales que en términos generales contiene nuestra actual Constitución, pues no podemos perder de vista que a través de ella se entabla la relación directa que el Estado tiene con nosotros los ciudadanos, responde a nuestras necesidades y exigencias, enmarca nuestros derechos constitucionales, tiene contenido jurídico y político, entre otros tantos aspectos que es realmente importante conocer, más aún si hablamos de reforma constitucional y aprovechando que estamos próximos a las elecciones presidenciales y luego de tan lamentables sucesos que incluso se llevaron la vida, la salud y estabilidad de muchas personas, no nos podemos permitir elegir mal, elegir el mal menor o dejarnos llevar por apariencias o simpatías momentáneas, que las elecciones no nos sorprenda una vez más en la ignorancia total o lo que es peor aún en la indiferencia, ya pagamos un costo bastante alto, toca hacer nuestra parte si en verdad queremos un cambio y un mejor país para futuras generaciones.