Miles de trabajadores del injusto e injustificable régimen CAS tuvieron meses de ilusión de ser incorporados como servidores públicos en los regímenes 728 y 276, luego de que el anterior congreso promulgara la ley que decretaba su eliminación progresiva.
Sin embargo, esta iniciativa desde su promulgación nació muerta, pues ninguna ley puede disponer que el ejecutivo realice gastos públicos, y al ser incorporados a nuevos regímenes laborales, eso implicaba nuevos beneficios laborales para cada trabajador que se traducía en millones de soles.
Era más que obvio que el Tribunal Constitucional iba a declarar inconstitucional esta ley y finalmente así sucedió el día de ayer, poniéndole fin a una iniciativa populista de algunos parlamentarios que no se fijaron en la viabilidad de su propuesta, sino que buscaron caerle bien a los trabajadores CAS.
El último manotazo de ahogado lo realizó el exministro Iber Maraví quien declaro que retiraría la demanda del TC, pero de acuerdo a las leyes, una demanda ingresada no puede luego ser retirada, esta se tramita de oficio
Pero al margen de lo decretado por el TC, queda preguntarnos, cuál es la propuesta del gobierno o del parlamento frente a un régimen que sigue precarizando y generando inestabilidad en el sector público hace muchísimos años.
Pues la respuesta es nula, no hay ninguna propuesta más allá de declaraciones de políticos y funcionarios que recalcan la necesidad de realizar una reforma laboral y que todos los servidores públicos laboren bajo un solo régimen.
En nuestro país existe una institución llamada SERVIR que fue creada para darle valor y calidad a la gestión pública, lamentablemente hace mucho tiempo que no escuchamos de parte de esta institución ninguna propuesta o alternativa. Entonces, queda claro que los trabajadores públicos están abandonados a su suerte y todo seguirá igual.