Nadie podrá negar que todos, absolutamente todos vemos el panorama desde el lugar en el que nos encontramos, dentro o fuera del país, en casa o lejos de ella, con o sin trabajo, entre comodidades o carencias, sin embargo, como nos gusta emitir nuestra opinión, lo hacemos desde nuestra tribuna y ese es el primer error que cometemos, pues ahí muchas veces dejamos de ser empáticos, ¿y por qué tenemos que ser empáticos? fácil, porque nuestra sociedad es totalmente desigual, muchas veces inestable y la corrupción es nuestro pan de cada día (entre otros aspectos), todos estamos hartos de la maldita corrupción, y este es el principal cáncer que compartimos, estamos hartos de ver a cada impresentable representándonos y tomando decisiones por nosotros, ahí tienen todos aquellos que dicen que la experiencia no cuenta, que los estudios no cuentan, pues mientras unos se esfuerzan y queman pestañas, otros ya están tomándose unos tragos y decidiendo su puesto bien remunerado en la administración pública, sin tener experiencia, sin conocimiento y con el mayor desparpajo por supuesto, esto es bien conocido en nuestro medio, no necesitamos hacer mucho esfuerzo para darnos cuenta de ello, y cuando reclamamos por la situación en la que nos encontramos, cuando ejercemos nuestro derecho constitucional a la protesta producto de nuestra indignación, somos nosotros los descalificados, se nos amedrenta y se nos acusa, hasta “Vizcarristas nos llaman”; es lamentable que todavía no hayan entendido a donde va nuestra reclamo y para muestra un botón, de no haber el congreso vacado al presidente, no estaríamos hablando de la SUNEDU, de “Reforma Universitaria” que es un asunto altamente preocupante, de la “libertad de Antauro Humala (y váyase a saber de quienes más)”, conociendo al tercer partido de Mendoza, la desvergonzada lavada de cara del Partido Acción Popular (postura completamente vergonzosa), renuncias de pseudos políticos, entre otros problemas y a tan poco tiempo de llevarse a cabo las nuevas elecciones presidenciales, las cuales esperemos tampoco se ponga en duda y cómo va la situación, quien sabe que es lo que vaya a pasar. Por favor informémonos y tomemos partido, especialmente aquellas personas quietas, indiferentes a tanto dolor e indignación y de no hacerlo déjenme desearles suerte en el camino, aquel descrito por Dante Alighieri en la Divina Comedia: “los confines más oscuros del infierno están reservados para aquellos que eligen mantenerse neutrales en tiempos de crisis moral”.