Por: Alejandro Campana
El sábado pasado se dio el primer debate entre quienes aspiran a llegar a la presidencia. Después de un largo suceso de hechos relatado en la columna anterior, se llevó a cabo. Pedro Castillo llegó minutos antes de la hora pactada y saludaba a una multitud de ronderos que habían llenado la plaza de Chota. Keiko Fujimori llegó varios minutos tarde y con una comitiva bastante pequeña. El debate estuvo lleno de ataques y muy pocas propuestas. Lo que sí abrió fue una segunda parte, y quizá varias más, de las Crónicas de debates.
En un principio, Fujimori aceptó las condiciones de Castillo porque, solo así, este aceptaría los 4 debates (dos entre ellos, uno de equipos técnicos y unos de vicepresidentes) organizados por el Jurado Nacional de Elecciones. Sin embargo, aún hasta la fecha, Pedro Castillo no confirma que vaya a asistir, ni ha presentado a alguien que forme parte de su equipo técnico. Según parte del equipo de Fuerza Popular, los representantes de Perú Libre rechazan todas las propuestas. Así las cosas, estos debates son, todavía, una incógnita.
No obstante, Pedro Castillo parece que no quiere seguir rehuyendo a los debates. El viernes 07 de mayo, a su llegada a Ucayali, propuso que el próximo debate ya no sea en su tierra, sino en el penal de Santa Mónica. Creemos que es poco probable que Keiko acepte. Pero ¿y si acepta?, ¿Pedro Castillo iría a debatir al penal de Santa Mónica? Situaciones irreales en las que nos podrían poner las candidatas. Por otro lado, un poco de manera más seria, la militancia organizada de Perú Libre, el mismo viernes 07 de mayo, mediante resolución N° 103-2021-MO-PPLPL, afirman lo siguiente: “ (…) expresamos nuestra intención de invitar a l partido Fuerza Popular a un debate en La Rinconada, Puno, a 5100 m s. n. m.”.
Así las cosas, tendríamos la opción de tener 6 debates más en lo que queda de campaña. Solo nos queda esperar a ver cuántos acepta cada uno y sus equipos. Es súper importante escuchar las propuestas (y también ataques, ¿no?) de los candidatos para poder tomar una decisión. Una decisión que seguro muchas y muchos aún no hemos tomado, no hemos compartido, nos sentimos orgullosos o quizá avergonzados. En fin, las Crónica de debates tienen para rato.