Escribir la historia de los atentados al patrimonio en nuestra ciudad, debe ser una tarea parecida a escribir una novela de humor negro o sátira.
La última noticia de que ha aparecido una supuesta dueña del sector donde se encuentra la escultura del Cristo Blanco, lugar donde a diario se concentran una gran cantidad de visitantes, a sacarse fotografías y gozar de la vista de la ciudad desde este mirador.
Pero ahora ya no se puede acceder, porque tiene dueño, así es, es propiedad privada, tal como lo estamos escuchando, así que se ha cercado y como es propiedad privada ya no se podrá acceder a él.
Por lo pronto, aun no se tiene el pronunciamiento oficial de la DDC Cusco, seguramente se estarán revisando los antecedentes, por parte de la nueva directora Magda Mateos, quien deberá dar explicaciones al respecto.
El alcalde Boluarte, como siempre, sin conocimiento sobre temas patrimoniales, ha anunciado acciones inmediatas, pero sabemos que no hará nada.
Aquí, tenemos que ser claros, el origen de este hecho tiene que ver con una institución que hace muchos años se ha olvidado de su función de velar por el patrimonio y que se ha plagado de corrupción y se ha vuelto cómplice de oscuros intereses, una prueba de ello es que a pesar de existir una orden judicial para demoler el mamotreto de Saphi, nadie se atreve a mover un solo ladrillo.
Hagamos memoria, la destrucción de la calle Loreto, los restos arqueológicos destruidos en el Marriot, el hotel Sheraton de la calle Saphi, el Inca de la pileta de la plaza Mayor, los atentados en las galerías de la calle Mantas, los conflictos con los pobladores en Saqsaywaman, la peatonalización de la plaza Mayor, y así podríamos seguir con más ejemplos, pero se nos acaba el espacio.
No se le ocurra ir a visitar el Cristo Blanco, porque tiene dueño y está en propiedad privada!!!