Por: Néstor Avendaño U.
El Cusco no es una ciudad preparada para el tráfico que en la actualidad soporta, es insoportable el desorden que la circulación de vehículos produce en absolutamente cada calle y avenida de nuestra imperial ciudad, adicional a eso, no contribuyen tampoco, las obras que de manera desordenada y ahora apresurada se vienen realizando en las principales arterias; agreguemos a esto lo imprudente de los choferes de “Custers” y taxis en nuestra ciudad, no olvidemos también los ambulantes que invaden la mitad de todas las pistas aledañas a centros de abastos y centros comerciales y también la imprudencia de todos nosotros los peatones, ¿qué obtenemos? Pues nuestra caótica realidad vehicular que sufrimos cada día.
No puedo indicar una acción municipal clara que estuviera dirigida a mejorar la transitabilidad vehicular en el Cusco, por el contrario, seguimos redundando en políticas que sobrecarguen las vías principales de la ciudad, cerramos sin criterio alguno, vías principales lo que lógicamente ocasionara que otras vías se vean atiborradas de tráfico; tenemos además innecesariamente sobre oferta de medios de transporte público por únicamente algunas calles y avenidas principales, y por puesto tenemos una pésima costumbre como pasajeros – sí, esa de hacer parar y parar la combi o el colectivo en cada lugar que se nos ocurra sin criterio o cuidado alguno – y tampoco tenemos siquiera una deseo o proyecto que nos permita soñar en un medio de comunicación masivo que una los polos de la ciudad, cuan lejano suena siquiera tener un corredor vial o un tranvía o metro, envidiable a aquellas urbes metropolitanas.
Tomemos en cuenta además que las ciclovías, que estaban programadas a ser construidas en los próximos 20 años han sido construidas en 3 meses; a mérito de la dación de la Ley Nº 30936 “Ley que promueve y regula el uso de la bicicleta como medio de transporte sostenible” dada a finales del 2018 y durante la pandemia el D.S.N° 012-2020-MTC que aprueba el Reglamento de la Ley N° 30936,, modifica el Reglamento Nacional de Tránsito, aprobado por Decreto Supremo N° 033-2001-MTC y el Reglamento Nacional de Gestión de Infraestructura Vial, aprobado por Decreto Supremo N° 034-2008-MTC, de un día a otro vimos reducidas las avenidas y vías más amplias por la implementación de ciclovías, algunas vistosas otras improvisadas, pero ciclovías, y se cumplía con la Ley, pero creo que la utilidad de esas instalaciones no es la deseada; fomentar el uso de la bicicleta no es afectar a los conductores ni peatones, sino convivir entre todos ellos; seamos sinceros, pero ninguna de nuestras vías están preparadas para que ciclovías funcionen en debida forma o no afecten el normal tránsito en la ciudad; necesitamos políticas y proyectos válidos que den como resultado, verdaderas vías para transitar en bicicleta, pasear y movilizarse en debida forma, pero lamentablemente lo que tenemos en la actualidad es solamente un salir del paso y cumplir de alguna forma con lo dispuesto por la Ley, esperamos que las gestiones salientes y las nuevas gestiones incorporen en sus planes de gobierno no solo proyectos en papel sino funcionarios capaces, y obras viables y realistas.