Como es costumbre, entre gallos y medianoche, el Congreso de la Republica pretende tomar decisiones que nos afectan a todos, en esta ocasión, desde la Comisión de Relaciones Exteriores, se ha convocado a sesión extraordinaria para este martes 20 de octubre, teniendo como único punto de agenda el debate y votación del pre dictamen de archivo recaído en el Proyecto de Resolución Legislativo N° 46446/2019-PE sobre la ratificación del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como el “Acuerdo de Escazú” Probablemente, cuando el lector/a revise esta columna de opinión, se estará debatiendo o ya se habrá decidido sobre este importante acuerdo en materia ambiental. Únicamente las bancadas del Partido Morado y Frente Amplio han mostrado una postura a favor, la mayoría congresal representada por UPP,
Fuerza Popular, Frepap, AP, APP, Somos Perú y Podemos, tiene una posición contraria, la cual, coincide con la CONFIEP.
Lo más penoso, es que el rechazo al Acuerdo de Escazú se sustenta en mitos y desinformación, a pesar de que organizaciones y otros países de la región han recalcado que esta herramienta normativa es para la preservación del medio ambiente y armonía social, y después de un proceso de consulta a más de 49 invitados de diferentes especialidades, ante cuyas opiniones favorables, la mayoría congresal prefiero hacerse de oídos sordos.
De cada 10 conflictos sociales 7 están relacionados con la defensa del medio ambiente, siendo las mujeres y los pueblos indígenas los de mayor exposición a la criminalización. Con la ratificación Acuerdo De Escazú protegeremos a nuestros defensores de los derechos ambientales y promoveremos la participación ciudadana y transparencia, mediante el acceso a la información ambiental. Además, mejorará la competitividad del país a nivel internacional, disminuyendo la conflictividad y mejorando la seguridad jurídica. Finalmente, en su artículo
3 reafirma expresamente el “principio de soberanía permanente de los Estados sobre sus recursos naturales.
En conclusión, menos mitos y más información para la toma de decisiones. La agenda climática es el mayor reto de nuestra generación y la mayor prueba de subsistencia de la humanidad. ¡No permitiremos que negocien nuestro futuro!