En un año y diez meses, Cusco se prepara a recibir a su cuarto alcalde provincial en medio de un panorama sombrío en el que la Municipalidad se encuentra a punto de declararse en quiebra según declaraciones de la ahora saliente alcaldesa Romi Infantas Soto.
Víctor Boluarte fue elegido para gobernar por cuatro año, pero antes de cumplir el primer año de su gestión fue suspendido por el Jurado Nacional de Elecciones tras haber sido sentenciado en segunda instancia por el Poder Judicial de Cusco.
Una vez suspendido Boluarte asumió la alcaldía Ricardo Valderrama Fernández en diciembre de 2019, pero lamentablemente fue contagiado por Covid en julio de 2020 y encargó la alcaldía a Romi Infantas Soto, quien tras el fallecimiento de Valderrama, asumió el despacho de alcaldía a fines de agosto, con la mira de culminar el periodo hasta el 31 de diciembre de 2022, pero no fue así.
Ayer la Corte Suprema admitió un complicado y enrevesado recurso extraordinario de casación presentado por Víctor Boluarte Medina y a pesar de que todos los especialistas manifestaron que era casi imposible que este recurso prosperara, la Corte Suprema finalmente falló a su favor y no regresó el proceso a fojas cero sino que absolvió a Boluarte de una sentencia que había sido refrendada hasta en dos instancia en la Sala Civil de Cusco. Así Cusco tendrá a su cuarto alcalde en un año y diez meses, Boluarte lo hará por segunda vez. Ante este panorama lo único que nos queda claro es que Cusco en medio de una terrible crisis ha perdido 22 meses en medio de cambios de autoridades, funcionarios y de una inestabilidad política que terminará pasándonos la factura.
Nos queda claro también que los decanos de los Colegios Profesionales en adelante podrán tener carta blanca para realizar malos manejos y no serán sancionados gracias a la interpretación del juez supremo César San Martín.