Por: Adriana Morante Alvarado
Cuando ya más sorpresas no podría darnos este año tan agitado, un grito a la distancia se escucha, un grito tan fuerte y tan ensordecedor, un grito que con lágrimas en los ojos y alegría en el corazón se escucha. Tal clamor cual victoria que viene desde Argentina solo nos da un impulso más para seguir luchando.
Pero porque estamos peleando? Si bien muchos opinólogos de a pie nos denominan con el vulgar nombre de “feminazis” poco o casi nada conocen de las ideas o derechos que exigimos las mujeres que formamos parte del feminismo.
Apoyamos y apoyaremos siempre el reconocimiento del derecho humano de la mujer de tomar las decisiones sobre su cuerpo por la básica razón de que nadie a demás de ella es quien decide como vivir, lamentablemente en nuestra realidad este derecho es solo para algunas, uno de los mejores amigos del capitalismo, el clasismo y en este caso es una cachetada a cualquier tipo de igualdad que día con día mueran mujeres por realizarse un aborto clandestino.
Mientras que la clase pudiente, la misma clase que condena cualquier iniciativa para la legalización del aborto, son quienes cuando lo necesitan tienen a disposición cuanta clínica particular que pueda brindarle ese servicio, que ya sabemos se realiza con éxito pues entre más alto sea el presupuesto mejor la atención en el sector salud verdad.
Sin duda nos alegra inmensamente el avance que nuestras compañeras argentinas logran hoy, sin embargo no deja de dolernos la hipocresía con la que nuestra sociedad y nuestro gobierno pretende avanzar a un bicentenario.
Al promover imágenes históricas de mujeres independistas en las monedas de un sol noto con tristeza que una gran ejemplar como Micaela Bastidas no estaba contemplada en dicha lista. Pues no olvidemos que el estado alaba a los independistas pero no a las revolucionarias, esto aplica a todas las generaciones.
Feliz año nuevo y continuemos resistiendo.