Hace un momento me entere de tu partida, de tu viaje sin retorno, es una gran tristeza saber que nunca más volveremos a verte, te fuiste por el camino ineludible de la muerte, que nos va juntando en su vereda conforme se acumulan los años; me entere por Paty, tu ex esposa, la mamá de tus hijos, la mujer que a pesar de todo siempre estuvo a tu lado; hablamos hace poco, me dijiste que ya salías de alta y prometiste llamar para comer un ceviche y unas cervecitas y que luego enrumbarías a Machupicchu, tu refugio, teníamos planes pendientes con Los Lagartos, nuestra “mancha” desde los 80’… pero quizás lo hagamos más adelante donde tu estas.
Hermano; allá por esos años debió ser la etapa más feliz de tu vida, no tenías mayor preocupación gozabas y gozábamos de una vida loca e idealista, con la resaca de Woodstock, la música disco, El Muki y Las Quenas, las borracheras épicas en bares de Procuradores y las fiestas, en fin; pero como todo acaba y todo cambia, la vida misma nos fue separando, algunos por proyectos familiares, empresariales, profesionales o como yo por proyectos políticos, en el tiempo nos íbamos reencontrando; pero ya estábamos con familias y con otras vidas, aun así la huella de esos años nunca cedió, se mantuvo ahí terca, avivando la llama de nuestra amistad, pues así como esos años dejaron huella en nosotros, recíprocamente “Los Lagartos” también dejamos huella en esos años.
Hay muchas cosas malas que trajeron esta pandemia, el virus y la cuarentena; sin embargo hay también algunas cosas buenas, comenzamos a valorar a nuestros seres queridos, un abrazo, una reunión de amigos, un trago sin preocupaciones, una fiesta, una noche de discoteca, un paseo sin mascarilla, montar bicicleta, trotar, jugar una pichanga, en fin la vida misma; esa vida que se fue haciendo frágil, esa que ahora encuentra con facilidad a su alter ego a la vuelta de la esquina.
Cuando todo se normalice, valoraremos más las cosas simples de la vida, esta pandemia nos hará ver que una vida sin amenazas es el mejor regalo de la madre naturaleza, que no debemos esperar la muerte de un amigo para juntarnos, que si un amigo te llama deja de hacer lo que creas importante y dale tiempo y tú también te estarás dando tiempo; que si tus padres e hijos quieren estar más tiempo contigo hazlo y es el mejor remedio para que no te revuelques en la tumba por no hacerlo.
HASTA PRONTO AMIGO DEL ALMA!!!