Las decisiones pueden trazar un derrotero a seguir muchas veces difícil de cambiar; rumbo que se toma motivado por querer siempre más -que no es malo- pero hay que saber qué y cuando tomarlas. Un ejemplo extremo sería el de Ernesto Gamarra -Diputado y constitucionalista- con proyección política excelente, declarado opositor fujimorista, pero que por ambición fue captado en un vladivideo recibiendo dinero de gente allegada al “Doc”; hoy a sus 72 años, no es más que un recuerdo malo y de lo que pudo ser.
El 01 de enero de 2019, los peruanos elegimos a nuestras autoridades regionales y municipales, al día de hoy va un año nueves meses y 14 días de gestión, falta poco más del doble para culminarla y bastante por hacer, pero nos topamos con dos renuncias interesantes, por un lado el Alcalde de La Victoria – Forsyth- quien transitó por Unidad Nacional -regidor por Lima- y Alcalde de La Victoria -por Somos Perú- hasta hace tres días, anunciando su renuncia al cargo para el que fue elegido para postular a la Presidencia de la República e inscribirse en el Partido Restauración Nacional. Al menos ha mantenido la línea de su militancia, todos los partidos mencionados con una marcada tendencia de derecha -para quienes les gustan los lados-
En Cusco, apareció el curioso Mormontoy -tres elecciones- 2002 Movimiento Fuerza Nueva, 2014-Movimiento Kausachun- en estos dos no elegido, para finalmente el año 2018 con el Movimiento Regional Tahuantinsuyo ganar las elecciones al Municipio de Wanchaq, siendo alcalde -igual hasta hace tres días- renunciando para postular al cargo de Congresista por el Partido Político Restauración Nacional al cual se ha afiliado según Infogob en setiembre de 2020; este caso no sigue una línea, de los movimientos regionales con tendencia de izquierda pasa a uno de centro derecha; estamos ante un saltimbanqui de la política, un acrobático movimiento para pasar de un extremo a otro.
Leí en un comentario que no puede criticarse el derecho de aspirar a algo mejor, a un cargo también de elección popular y políticamente más poderoso, pero su aspiración debe ser coherente con el ideal de servir a la comunidad, o postularon al cargo de Alcalde ¿Solo para hacer currículum? No, postularon y fueron elegidos para servir, y no cumplir el mandato es traicionar la confianza que se les otorgó, su deseo de ser Presidente o Congresista pueden cumplirlo acabando su gestión -¿Oportunidad o desesperación?- Mientras tanto el país seguirá entonando a Lavoe: “Pronto llegará, el día de mi suerte, sé que antes de mi muerte, Seguro que mi suerte cambiará”